En la Antropología teatral se aprende desde el conocimiento y la percepción del cuerpo (y mente) en movimiento, orgánico y antropológico (biológico y social). Se investiga el comportamiento escénico a través de ciertos principios universales “que retornan”, utilizados en Oriente y Occidente, útiles para el actor (interprete) que tienen que ver con: el uso del peso, equilibrio, ritmo, organicidad, la lógica del movimiento cotidiano, la columna vertebral, los ojos y el centro, que generan tensiones físicas (fuerzas opuestas) muy notorias "pre-expresivas" anteriores al plano de la emoción. Esto produce una calidad y cualidad extra-cotidiana de Energía que vuelve al cuerpo escénicamente decidido, vivo, creíble, potente en una situación de representación.
Trabajamos acercándonos a la antropología mediante un entrenamiento corporal y vocal, improvisaciones, disciplina y experimentación con estos principios que “retornan”, que son muy similares aunque el resultado, el hecho estético de los diferentes géneros escénicos, sea diferente.
La Antropología Teatral (Eugenio Barba) indaga al igual que el método de Feldenkrais y Rabine sobre la necesidad del interprete y creador (actor, bailarín, cantante, músico, dramaturgo o director) de: “aprender a aprender”. Las técnicas de expresión como el teatro, la danza, el canto y la música encuentran sus puntos de contacto al transitar por estos principios universales “que retornan” su mirada al origen del movimiento y el sonido expresados a través del cuerpo-mente y la voz-emoción.
Trabajamos acercándonos a la antropología mediante un entrenamiento corporal y vocal, improvisaciones, disciplina y experimentación con estos principios que “retornan”, que son muy similares aunque el resultado, el hecho estético de los diferentes géneros escénicos, sea diferente.
La Antropología Teatral (Eugenio Barba) indaga al igual que el método de Feldenkrais y Rabine sobre la necesidad del interprete y creador (actor, bailarín, cantante, músico, dramaturgo o director) de: “aprender a aprender”. Las técnicas de expresión como el teatro, la danza, el canto y la música encuentran sus puntos de contacto al transitar por estos principios universales “que retornan” su mirada al origen del movimiento y el sonido expresados a través del cuerpo-mente y la voz-emoción.